jueves, 24 de septiembre de 2009

Festividad de Los Dolores

Acabamos de dejar atrás una de las fiestas más importantes de Lanzarote, las que tienen lugar cada fin de verano en Mancha Blanca en honor a Nuestra Señora de los Dolores, la Patrona de la Isla, a quien según cuenta la leyenda se le atribuye el milagro de detener la lava justo a la entrada de ese pueblo en la última erupción del volcán de Timanfaya en 1824. Aunque la devoción y el espíritu de muchos peregrinos sigue demostrándose en estos días con el mismo fervor de siempre, la forma en la que los lanzaroteños viven estas fechas en la actualidad no es exactamente la misma que la de antaño. En el libro Costumbres Canarias del escritor Isaac Viera podemos encontrar alguna reminiscencia a la vivencia de esta festividad hace algunas décadas. A continuación extraemos algunos fragmentos:




"Los romeros se dirigen a Mancha Blanca, cabalgando en camellos. Por el camino, los novios y pretendientes, caballeros en burro, y otros en rocines, van hablando con las señoritas, las que desde las barandas de aquellos movibles balcones en sus mecimientos, pueden prodigar las mieles de sus besos a los amantes que viajan a caballo; favores que no están al alcance de los que montan en el paciente asno. Mientras los mozos y las señoritas se dirigían chirigotas de buen género, los camelleros se han quedado atrás, comiendo uvas moscateles en el cercado ajeno"

Después de detallarnos las aventuras del camino, Isaac Viera nos cuenta así la llegada de los peregrinos a Mancha Blanca: "Ya se sienten los alegres repiques en el campanario de la ermita de Mancha Blanca. Sobre aquella lávica llanura, el día de la fiesta, cuajada de gente, se destaca el santuario de la virgen de Los Dolores, cuyo nombre está en boca de todo buen católico lanzaroteño. El templo es insuficiente para contener tantos fieles, muchos de los cuales entran de rodillas en cumplimiento de sagrados votos." Tampoco faltan las anécdotas dentro de la ermita "Entre aquella apiñada muchedumbre los jóvenes aprovechan la ocasión para darles pellizcos y estrujones a las muchachas, las que aguantan en silencio el sofocón, por creer que pecan mortalmente si protestan dentro de la iglesia contra aquellos descaros y atrevimientos"
Y por último, tras la función los peregrinos emprenden su camino para volver a casa "Desde la hora y punto en que termina la función, los romeros en sus cabalgaduras se desparraman por distintos caminos, de regreso a sus casas, quedando la ermita solitaria, como en el resto del año, en medio de aquel océano de lava, simulando en la lejanía blanca paloma posada en la llanura negra, en la que no queda ni un eco, ni un vago rumor de aquella inmensa oleada humana, que momentos antes llenaba de vida el ambiente, animando con sus tumultos el tétrico paisaje".
Hoy en día, las fiestas en honor a La Virgen de Los Dolores en Mancha Blanca siguen siendo una de las más esperadas del año, y prueba de su relevancia ha sido la declaración del 15 de septiembre como festividad insular. En esas fechas la Patrona de la Isla congrega a miles de visitantes lanzaroteños, de otras islas y a turistas de todo el mundo, participando en una multitudinaria romería a la que le suelen acompañar diversos eventos entre los que destaca la Feria Insular de Artesanía de Lanzarote y el Festival Folclórico Nanino Díaz Cutillas.

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