miércoles, 11 de agosto de 2010

La Diosa Tanit, su historia

Con motivo del décimo aniversario en este 2010 de la inauguración del Museo Etnográfico Tanit, nos adentramos en la historia de esta diosa tutelar de Cartago, símbolo del amor, la fortuna y la fecundidad, de la mano de José Ferrer, el director de este espacio cultural en San Bartolomé.
Desde que se creó el Museo son muchos los que se han preguntado el porqué de su nombre y sobre todo, qué relación hay o ha habido entre Lanzarote y la “Diosa Tanit”. Ya en el año 2004, el día en que ingresaba en la Academia de Ciencias e Ingeniería de la isla, José Ferrer daba respuestas a esas preguntas en su discurso de recepción en el que hacía referencia al hallazgo, en 1986 por parte del Catedrático de la Universidad de La Laguna Antonio Tejera, de un grabado del signo de Tanit en un bloque de piedra del “Pozo de la Cruz” en San Marcial del Rubicón, Lanzarote, un paraje muy vinculado a la presencia de diferentes culturas en nuestra isla, y que en palabras de José “viene a reflejar el espíritu de este museo, abierto a la presencia de todo rasgo que invite a clarificar nuestro pasado*”.
El signo Tanit es representado de forma esquematizada con una mujer perniabierta, símbolo de la vitalidad sexual y la fecundidad, con la mano derecha levantada, que bendice y protege. La inscripción de este signo en Yaiza, junto con dos grabados de pies humanos, es sin duda una señal inequívoca del paso de los cartagineses por Lanzarote, que en sus incursiones por la costa africana se acercaron a las islas, bien buscando refugio de los temporales o huyendo de ataques piráticos. La localización de signos y grabados similares sobre esta diosa en otras islas como Fuerteventura o Gran Canaria, viene a reforzar la tesis de la presencia cartaginesa en el Archipiélago.

Para conocer las primeras referencias de Tanit en Lanzarote tenemos que retrotraernos al siglo V a. C., época en la que tuvo lugar el denominado periplo de Hannón, un recorrido por la costa occidental africana realizado por el monarca cartaginés del mismo nombre, con la finalidad de acceder a las rutas caravaneras que traían oro del Golfo de Guinea y fundar nuevas colonias. En una de las narraciones de ese viaje recogidas en el manuscrito “Codex Palatinos Graecus” se cuenta que, mientras la flota costeaba el Sáhara, algunos pudieron acercarse con uno de los barcos a la isla conejera y dejar grabado el símbolo de Tanit.
Al igual que ocurre en la mitología de otros pueblos con otras divinidades, Tanit fue considerada y venerada por los fenicios como la “Diosa Madre”, a la que llamaban originariamente “Astarté”, y encumbrada a la máxima adoración por los cartagineses, quienes la representaban de diversas formas, principalmente simbolizada por el disco solar con la media luna.
La figura más valiosa de Tanit se conserva en el Museo Arqueológico de Ibiza, isla en la que los fenicios establecieron una de sus colonias más importantes y donde se encuentra también un santuario troglodita dedicado a esta diosa en la cueva “Es Cullerán”, instalado por los cartagineses en el municipio de San Juan. Expuesta en una vitrina cubierta con una urna de cristal, en su retrato escultórico se aprecia un busto femenino que representa la imagen de una mujer de facciones clásicas, peinada con bandas de bucles ondulados, divididos en la frente y rematada en la parte superior con un lazo. De esta figura original, la dirección del Museo y la Fundación Tanit han autorizado la obtención de un solo molde con el que sacar un determinado número de copias. Una de ellas se encuentra en el Museo Etnográfico Tanit de San Bartolomé, en Lanzarote, un lugar que no debe dejar de visitar todo aquel que quiera no sólo conocer más a esta diosa tan venerada en la antigüedad, sino también el patrimonio histórico y cultural de la isla.

* Ferrer Perdomo, José "La Diosa Tanit", (julio 2010).

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